El desplome se produce después de que el Gobierno suprimió en julio las bonificaciones más importantes a las empresas en el pago de las cuotas a la Seguridad Social.
Las ayudas a la contratación cayeron un 40 por ciento en el último trimestre de 2012. El El desplome se produce después de que el Gobierno eliminara en julio buena parte de estas subvenciones y bonificaciones en el pago a la Seguridad Social por parte de las empresas. Según UGT influyó además la falta de contratación.
Los emprendedores dan la espalda al contrato estrella del Gobierno
El sindicato recoge el hundimiento en el gasto en subvenciones y bonificaciones respecto al año anterior en un documento elaborado con datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales y de la Contabilidad Nacional trimestral. En su análisis, UGT cifra además en un 6,5 por ciento la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores a lo largo de 2012.
La caída se produce después de que el Gobierno recortara en julio estas ayudas a la contratación. Aunque se mantuvieron algunas, la salida de las más importantes ha producido un “fuerte impacto” en las cuentas de las empresas.
“Es cierto que hay algunos tipos de bonificación que continúan en vigor“, afirma Carmen Buján, de BBVA, en un blog corporativo de la entidad financiera. Sin embargo, “las que se han suprimido, al ser de ámbito general y de amplia aplicación, han supuesto un fuerte impacto para muchas empresas”, asegura.
El Ejecutivo eliminó mediante un real decreto las bonificaciones por contratación, mantenimiento del empleo o fomento del autoempleo. Además, se suprimieron también algunas ayudas a la contratación de desempleados mayores de 52 años y de 60 o más años, así como las establecidas para la cotización de investigadores.
Se mantuvieron o se crearon , en cambio, otras bonificaciones como la que fomenta el uso del contrato de apoyo a los emprendedores, una de las ‘medidas estrella’ contenidas en la reforma laboral aprobada en 2012 por el Gobierno. También se mantuvieron bonificaciones a la conversión en indefinidos de contratos en prácticas, de relevo y de sustitución, así como las que impulsan la contratación de algunos colectivos como discapacitados, víctimas de violencia de género o terrorista y trabajadores en situación de exclusión.
Continúan vigentes también las bonificaciones que priman la contratación de cuidadores en familias numerosas, de socios trabajadores de cooperativas, de parados en situación de interinidad para cubrir bajas de maternidad, adopción y acogimiento, así como las que favorecen las altas de autónomos en determinadas relaciones laborales de carácter especial y de las nuevas altas de familiares colaboradores, entre otras.
Avanza la depresión salarial
El informe de UGT señala además la profundidad de la devaluación salarial impulsada en España como mecanismo de salida de la crisis. Según el sindicato, los trabajadores vieron reducido su poder adquisitivo en un 6,5 por ciento en 2012 por el efecto combinado de una reducción de los costes salariales del 3,6 por ciento respecto a 2011 y de una tasa interanual del IPC del 2,9 por ciento al cierre del año.
Sin embargo algunas voces son contrarias a esta devaluación salarial. “Me parece fatal la devaluación interna”, destacó Lothar Witte, representante en España de la Fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) y que hoy presentó junto a la Fundación Alternativas en Madrid un estudio sobre los efectos de la política de austeridad en la Unión Europea.
Según Witte, la depresión salarial ahondará la distancia entre ricos y pobres. “A pesar de que España es ya campeona en desigualdad”, concluyó el experto, favorable a vincular el crecimiento de los salarios “al menos” al crecimiento de la productividad en las empresas.
En este sentido, ambas fundaciones abogan por establecer un salario mínimo en la Unión Europeam, además de fijar una “política salarial europea que refleje los aumentos de productividad”, según detallan en su informe titulado “El Estado de la Unión Europea. El fracaso de la austeridad”.
Luis Martínez del Amo.
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