Julio Anguita:
Querid@s compañer@s:
Querid@s compañer@s:
El
día 24 de Noviembre se reunirá por primera vez la Comisión de Organización
Estatal del Frente Cívico. Tendrá lugar en Córdoba. Los puntos más importantes
del orden el día serán la propuesta organizativa para proceder a su inscripción
en los registros pertinentes, los mecanismos, métodos y funcionamiento de la
elaboración colectiva y las líneas de trabajo movilizador en orden a los
objetivos programáticos que constituyen la esencia de nuestro proyecto. Este
otro paso hacia la consolidación organizativa del Frente culminará en la
primera asamblea estatal la cual dirá la última y definitiva palabra. .A dicha
Comisión Organizadora cuya composición y funcionamiento ya conocéis, se ha
incorporado a Jorge Verstrynge.
No ha
sido fácil proceder a esta convocatoria. La carencia de medios de todo tipo y
el soporte de funcionamiento basado únicamente en el trabajo militante han
sido- y son- dificultades de envergadura. Sin embargo estamos demostrando a lo
largo y ancho de la geografía española que ello es posible si la voluntad es
firme. Una voluntad que se ve estimulada ante la gravedad de la situación
económica, social y política general del país y sobre todo la de millones de
ciudadan@s que empiezan a carecer de los mínimos indispensables para la
subsistencia.
El rescate de la banca y de la
economía en general, independientemente de cómo se denomine, acabará con la
poca independencia que nos queda y desde luego con la tan parafraseada
soberanía nacional. Lan condiciones que se
impondrán al Reino de España, es decir a la mayoría de sufridos habitantes del
mismo, terminarán de arrasar derechos humanos y constitucionales junto con las
conquistas sociales que decenios de lucha cívica habían conseguido. Para impedirlo
hemos nacido sin ninguna pretensión de exclusividad, aislamiento o marginación
de otras propuestas conducentes al mismo fin: implantar un orden económico,
social, político y cívico justo y al servicio de la ciudadanía en general.
Pero esa intención confesada de
impedirlo y además construir otro proyecto basado en los DDHH, la Carta de la
Tierra y en los valores que ya expusieron en mi anterior comunicación, quedaría
en una simple y pueril declaración de voluntades si no va acompañada de
funcionamiento, prácticas y valores que vayan cohesionando ese otro proyecto.
Como
también he manifestado en anteriores escritos, necesitamos un período de
organización paciente, de creación de estructuras de participación,
comunicación, elaboración y toma de decisiones que sean democráticas, eficaces
y consecuentes con el Programa. Pero en las actuales circunstancias hay que
simultanear ya el proceso de consolidación del Frente con acciones, propuestas,
movilizaciones y apertura tanto hacia la sociedad como hacia otros que
coincidan con nuestros programas y con nuestros valores. La capacidad de
iniciativa de los hombres y mujeres del Frente Cívico es algo esencial para el
proyecto; no hay más límites que los programas, el ideal que nos une y la
cultura democrática del respeto a los otros y a las decisiones tomadas
democráticamente.
Es normal que esta etapa
embrionaria de organización surjan ciertas distonías, inercias y actitudes de
sospecha hacia los demás. Hay que acabar con eso. No es sólo una cuestión de
talante sino fundamentalmente de esencia misma del proyecto. Aquí no se le pregunta a nadie de donde viene sino a donde quiere
ir. El
objetivo programático permanentemente actualizado y perfeccionado, es la meta
que nos une, nos identifica y cohesiona. Teniendo claras estas cuestiones, las
prácticas consecuentes con ellas se desarrollan sin tener que introducir
mecanismos de disciplina estatutaria. La mejor ley es la que no necesita de
amenaza, coacción o imposición, surge del convencimiento en el proyecto y la
coherencia consecuente.
Recuerdo
que muchos de los problemas y situaciones adversas por las que atraviesa
nuestra sociedad están esbozados en el decálogo con el que hemos iniciado
nuestra andadura. Os propongo que desde ya, mientras elaboramos propuestas y
las enriquecemos con la mayor de las participaciones posible, hagamos y hagáis
campañas de información y discusión del anteriormente citado decálogo. Una
simple y reposada lectura del mismo nos dirá cuan necesarios y urgentes son sus
contenidos. En eso podrían consistir las primeras iniciativas a tomar. Un
saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario