Un general que ocupó durante cuatro años el más alto mando de las
Fuerzas Armadas solía presumir, con cierta temeridad, de que ninguno de
los miles de militares españoles que en el último cuarto de siglo han
desarrollado misiones en el exterior ha hecho nada de lo que haya que
avergonzarse. Lo decía después de que se conocieran imágenes de marines
estadounidenses orinando sobre cadáveres o soldados alemanes mofándose
de calaveras en Afganistán.
Hasta ahora, se ha visto a los militares españoles repartiendo comida a
los niños o curando a civiles en zonas de conflicto. También, aunque
menos, se les ha visto combatir. Todo eso lo han hecho. En cambio, no se
les ha visto nunca infligir malos tratos a prisioneros. Y muchos
preferirían que nunca se les viera hacerlo. Pero eso no significa que no
haya sucedido.
El vídeo que hoy difunde EL PAÍS
muestra a cinco soldados españoles entrando en una celda. En el suelo,
sobre una manta, con dos botellas de agua a su lado, hay un hombre. Uno
de los soldados le ordena a gritos que se incorpore. El hombre,
postrado, no parece entenderle. A su lado hay otro detenido que a mitad
de la grabación, que dura 40 segundos, es arrojado sobre el primero.
Tres de los soldados la emprenden a patadas con ambos. Otros dos
observan desde la puerta de la celda. Un sexto graba la escena. Uno de
los militares los patea con especial saña. En dos ocasiones parece a
punto de marcharse, pero se vuelve para descargar toda la fuerza de su
bota sobre los cuerpos indefensos. De las víctimas solo se escuchan
jadeos y gemidos. Un militar, que durante la paliza se ha quedado
mirando desde el quicio de la puerta, comenta al final: "¡Jo! A este se
lo han cargado ya"...
Para ver video y leer el artículo completo: http://politica.elpais.com/politica/2013/03/15/actualidad/1363371190_083683.html
Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=LVm0KP6JaSU
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