Julio Anguita:
Estimadas conciudadanas y estimados conciudadanos:Junto a estas opiniones y
considerandos hay críticas de personas que no se deciden a participar porque
aducen que en nuestra propuesta de participación para elaborar colectivamente
un programa, no figura el tema de la República.
En el día en que se redacta esta comunicación (8 de Julio), superan con
creces la cifra de mil las personas que han cumplimentado la fichan que con
anterioridad os demandábamos. En los correos y llamadas recibidas se
manifiestan las siguientes preocupaciones y demandas:
1.
Una queja sobre el estado de la Sanidad y Enseñanza públicas así como una
denuncia por los incumplimientos en Derechos Sociales y Libertades ciudadanas.
2.
Un rechazo tajante de la corrupción a la vez que denuncian con dureza la
falta de coherencia entre el discurso político y su aplicación práctica en las
instituciones por parte de los políticos.
3.
Una denuncia acerca de que estamos ante un fraude generalizado que
beneficia a unos pocos a la vez que se produce una involución político- social
que afecta a nuestros derechos.
4.
Un clamor en favor de la democratización y la transparencia de todas las
instituciones y como corolario de todo ello que los ciudadanos tomen el control
de las decisiones.
5.
Una parte nada desdeñable apuesta por el laicismo.
Junto a estas opiniones y considerandos hay críticas de personas que no se
deciden a participar porque aducen que en nuestra propuesta de participación
para elaborar colectivamente un programa, no figura el tema de la República.
Mientras estas comunicaciones tienen lugar el Gobierno anuncia para pronto
un nuevo y brutal recorte en prestaciones, salarios a la vez que revisa al alza
el IVA. Supongo que ya solo unos pocos y unas pocas siguen pensando que hay
salida a esta situación dentro de las prácticas políticas que tienen como eje
las elecciones y los partidos políticos. Si lo que estamos viendo, padeciendo y
en trance de mayor agravamiento no nos mueve a la creación de un frente cívico
que ponga fin a este estado de cosas, es que ya hemos abandonado toda
esperanza.
Es urgente la extensión, consolidación y profundización de este incipiente
frente cívico que estamos empezando a construir pero precisamente por ser
urgente debemos trabajar con método, sentido del tiempo y rigor en los
planteamientos.
Los deseos, denuncias y peticiones que se nos manifiestan sólo cobrarán
cuerpo y fuerza si en vez de desearlos los hacemos cuerpo de nuestros trabajos
y encuentros con otros. Recordemos que la esencia de esta operación es
precisamente dar a la ciudadanía el protagonismo en la elaboración y
consecuentemente la fuerza para hacerlos realidad. Los cambios están en
nuestras manos si nos ponemos a trabajar ya. Si comenzáis a organizaros pronto
tendremos una red de esfuerzos y proyectos concretos. La hora de las peticiones
al poder o a otros ha pasado; la responsabilidad de un cambio está en nosotros.
Organicémonos.
Quiero recordar que los diez puntos que tantas opiniones han levantado sólo
son unas propuestas que intentan provocar el interés inmediato de los más
afectados por la situación, pero que pueden y deben ser perfeccionados,
ampliados o sustituidos por el trabajo de los ciudadanos constituidos en frente
cívico.
¿Quién le impide a una persona que se incorpore al trabajo de elaboración
colectiva exponer en el ámbito correspondiente su opción republicana? ¿Quién le
impide comprobar en debate abierto y democrático el respaldo que su propuesta
tiene?¿Qué declaración, documento o propuesta que hagamos desde Córdoba (por
ahora) puede sustituir el trabajo del militante republicano? ¿Por qué no se
comprueba en el tajo diario la conveniencia, oportunidad y sentido de lo
inmediato de cualquier proyecto? La situación de extrema gravedad debe
priorizar el esfuerzo en construir la fuerza que haga posible otra situación.
Las apuestas a largo o mediano plazo deben revalidarse en el debate y
colaboración con los demás. Recordemos los contenidos y método de nuestra
propuesta de frente cívico.
En definitiva se trata
de que tantas propuestas y deseos estén organizados en un nosotros. El frente
cívico no es la suma de voluntades personales sino la manifestación organizada
del denominador común que justifica su existencia: un programa y la fuerza
necesaria para imponerlo. Desde el ámbito de lo local hasta el nacional iremos
construyendo.
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